Del cuaderno de campo a los cuadros de lienzo y caballete

DIBUJAR LAS AVES.
La última exposición de Santiago Osácar es el relato de un viaje en pos de las aves. Sus migraciones y su ciclo vital le han llevado a recorrer una vez más, con sus cuadernos de campo y su caja de acuarelas, estepas y galachos, hayedos, pinares, prados de montaña, ríos caudalosos e inhóspitos glaciares.
Es un viaje narrado con trazos de grafito y pinceladas de colores que van cambiando suavemente con el paso de los meses y las estaciones del año. Pero es también el relato del arduo camino que va del esbozo apenas insinuado en un pedazo de papel, hasta el cuadro de estudio y caballete donde los pinceles buscan plasmar en el lienzo la fascinante belleza de la vida salvaje… Sin embargo, sucede muchas veces que la obra más inspirada puede ser una pequeña acuarela resuelta a toda prisa o una serie de apuntes a lápiz tomados desde un incómodo escondite… Resultando casi más interesante el proceso artístico que la obra final y haciendo salir al artista –permanentemente insatisfecho– otra vez a recorrer caminos polvorientos y a escalar cumbres nevadas en pos de una Belleza que siempre se le escapa… quizá porque no es suficientemente diestro… Quizá porque está más allá de ese firmamento donde las aves migratorias dibujan las flechas cambiantes de sus formaciones de vuelo apuntando siempre hacia nuevos horizontes.